martes, 10 de marzo de 2009

LA NOTACIÓN MUSICAL CONTEMPORÁNEA


Desde finales del siglo XVI hasta principios del siglo XX, la notación occidental ha estado prácticamente invariable, pero la necesidad de representación gráfica de objetos sonoros tales como clusters, ruidos, afinaciones irregulares, nuevos timbres, etc. ha dado lugar a que la notación tradicional deje de ser útil a los compositores. Por ello, esta notación tradicional ha ido conviviendo con otras diversas y ha ido sufriendo modificaciones hasta el punto de llegar a ser sustituida íntegramente en según que músicas por otras grafías completamente diferentes, y a menudo muy personales y propias de un sólo compositor. El empleo de lenguajes escritos desconocidos ha hecho imprescindible explicaciones por parte de los compositores. Todo esto nos enfrenta a grandes dificultades interpretativas y analíticas, ya que los intérpretes (cuando los hay) o los analistas actuales tienen que conocer cada forma de notación individual para poder interpretar las composiciones pertinentes.

La diversidad de sistemas de notación que se han ido creando desde el siglo XX hasta nuestros días ha dado pie desde mediados del siglo precedente a trabajos que tratan de explicar algunas de las nuevas representaciones gráficas de la música: Les notations musicales nouvelles (1950), de Jacques Chailley; Das Schriftbild der neuen Musik (1966), de Erhard Karkoschka; New Music Vocabulary (1975), de Howard Risatti; La notación de la música contemporánea (1973), de Ana María Locatelli de Pérgamo; y, Notación y grafía musical del siglo XX (2003), de Jesús de Villa Rojo.

2 comentarios:

  1. En mi opinión está ocurriendo como con los comienzos de la aparición de la notación en el s.IX. No fue hasta cinco siglos más tarde cuando en la música occidental las distintas escuelas empezaron a tomar una notación y reglas comunes y hasta el XVII con la que actualmente utilizamos. Al igual que con el lenguaje hablado, la música necesita de ciertos "convencionalismos" para que pueda ser entendida e interpretada por el resto. Si esto no se produjese la música contemporánea "culta" se acabará perdiendo y habrá pasado sin dejar una huella importante en la historia.

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  2. Me hace falta más preparación para poder hablar de esto, pero, en mi opinión, la música contemporánea emplea muchos más convencionalismos de los que a veces creemos.

    El problema es que no la estudiamos. No es equiparable la formación que recibimos los músicos acerca de músicas de épocas anteriores a la que recibimos respecto a la música más próxima. Por eso nos parece indescifrable. No aprendemos a apreciarla. El que apreciemos unas músicas u otras es un fenómeno cultural. Se educa.

    Nosotros cursamos cuatro años de notación antigua, y bien sabes que cada compositor o escuela de las que estudiamos en clase (aún perteneciendo a los mismos periodos)son un mundo. Sin embargo acabamos estableciendo relaciones entre unas y otras y aprendemos a entenderlas. Sabes que Herminio dice siempre que una vez que entiendes que intenta expresar cada tipo de escritura tan sólo son necesarias cuatro reglas para poder interpretarlas.

    No creo que estemos viviendo el fin del arte, ni de la música, como lamentan algunos. Ni si quiera creo que nuestra época sea tan diferente a otras épocas. Quizá el problema es nuestra tendencia a sentir que estamos atravesando una terrible crisis general (artística, moral, etc.). Pero no es algo que haya inventado el siglo XX, el sentirse de ese modo.

    Salvaguardar nuestro pasado está muy bien, forma parte de nuestra labor. Pero no debemos abandonar nuestro presente. Es importante aprender a entender nuestro ahora y poder llegar a ser críticos con lo que somos en este momento.

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